jueves, 27 de noviembre de 2008
Smoke II (Día 9)
Tantos días detrás de una diminuta ventana que se empañaba completamente con el vaho de mi respiración han hecho que al tener que enfrentarme de nuevo al escaparate de la pecera me entre un vértigo que casi me tira de la silla.
He salido lo antes posible a tomar un café. Necesitaba oír el sonido de los pasos arrastrados de esos casi zombis que son las personas a ciertas horas tempranas, las sirenas, los gritos de los airados conductores, el chascarrillo del quiosquero cuando le pido un bonobús. Necesitaba algo que sustituyera el silencio preclaro de las montañas, algo que me hiciera olvidar que no estoy hecho para la vida que he elegido.
Al regresar, al lado de mi archivador, una pequeña grieta que no estaba ahí antes de marcharme de vacaciones. He sonreído esperanzado al verla.
He salido lo antes posible a tomar un café. Necesitaba oír el sonido de los pasos arrastrados de esos casi zombis que son las personas a ciertas horas tempranas, las sirenas, los gritos de los airados conductores, el chascarrillo del quiosquero cuando le pido un bonobús. Necesitaba algo que sustituyera el silencio preclaro de las montañas, algo que me hiciera olvidar que no estoy hecho para la vida que he elegido.
Al regresar, al lado de mi archivador, una pequeña grieta que no estaba ahí antes de marcharme de vacaciones. He sonreído esperanzado al verla.
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6 comentarios:
oye, no trabajarás en recursos humanos?... te envio mi curriculum? XD
una grieta... qué puerta a qué maravillosos mundos puede ser esa?
Yo, no, soy carnicero.
Welcome back! Cierto es, echábamos de menos Smoke II
jo, pensé que me ayudarías a poder vivir cerca de ti... luego dices que quieres un abrazo...
(chantaje emocional version 5.0)
Joputa, yo es que soy muy de abrazoas, aunque después soy arisco cual gato de angora. Paradojas de un empleado en el maravilloso mundo de los RRHH.
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