Feliz San Valentín

No, San Valentín no es para agrandar la cuenta bancaria de El Corte Inglés. San Valentín es para mirar a los ojos de la gente y, con el pecho bien ancho decir:

Yo he amado. He estado noches enteras sin dormir y he llorado de emoción y también de dolor. He conseguido ver en alguien lo mejor de sí mismo, lo que quizá ni él/ella ha sido capaz de ver. La he cagado irremediablemente y otras, he acertado de pleno con solo un beso. Me he estremecido al hacer el amor, y he hecho que otra persona me retorciera en un abrazo.

Las grandes locuras y las grandes aventuras de mi vida las he hecho para verme en los ojos de otra persona. Con una sola sonrisa he conseguido transmitir todo lo que siento y todo lo que ni siquiera yo sabía que podía llegar a sentir. He corrido bajo la lluvia, y me ha importado una puta mierda que haya crisis o que lleve dos semanas comiendo pasta, gracias al amor. Por amor he conseguido apreciar las cosas más sutiles, más pequeñas, y una simple canción al lado de otra persona me ha llenado de felicidad. He sido fuerte y débil a la vez, y creedme si os digo que nunca me imaginaríais como soy cuando me convierto en una fundamentalista de las emociones, cargada hasta las cejas de bombas de calor. He conocido lo que significa de verdad echar de menos, la espera y que la distancia puede destrozarlo todo, pero nunca el recuerdo de la última despedida.

Sí, yo he luchado por amor. Y tengo estas heridas, que me recuerdan que, a pesar de las lágrimas, he sido muy feliz.

Y a todos los que las tenéis también, os felicito, por haber conocido la Inmensidad.

(gritad bien fuerte hoy "¡Yo luché por amor!" "¡Yo luché por amor!")