domingo, 6 de mayo de 2007
- Diecinueve. ¿sabéis cuál es el más ambicioso, importante, altruista, hermoso, idealista plan de Diecinueve?
- ¿Follar mucho?
Hemos vivido una era muy complicada. Diecinueve tiene planes. Planes que van dirigidos a los próximos, digamos… 19.000 años. Estamos cansados. Cansados del gran mal que hemos vivido en los últimos años, ese mal llamado miedo. Miedo al Apocalipsis, miedo a las epidemias, miedo a la bomba atómica, miedo al calentamiento global, miedo al terrorismo y a las armas de destrucción masiva. Miedo al lobo feroz. Basta. El miedo es el arma más poderosa que ha existido jamás. Ha sido lo que ha servido para que unos pocos puedan dominar a la gran mayoría.
Verdaderamente, hay poco que se pueda hacer, lo único que 19 puede hacer, es haceros ver quién es el verdadero enemigo. Lo que viene a continuación es tan obvio que todos lo sabemos, y sin embargo nunca hemos sido consecuentes: Lo peor que nos puede pasar es morir, pero todos morimos antes o después. No hay que temer, pues a la larga, vivir con temor es mucho peor que morir jóvenes. Ha sido el miedo el que nos ha llevado a situaciones terribles: “guerras preventivas”, “seguridad antiterrorista”… El miedo ha sido el que provoca el desequilibrio, nuestra ambición, nuestra obsesión de acumular bienes “por lo que pueda ocurrir”. El miedo actúa como un virus. Se cuela en tu organismo, germina, y todos tus actos van determinados por tratar de conciliarlo, es un demonio que te posee, y te lleva a hacer cosas de las que nunca te creerías capaz. El miedo es sin duda, el factor común en todo trastorno psicológico. El miedo termina autodestruyéndonos. Ante un enemigo tan poderoso como el miedo, no cabe asustarse, obvio, enfrentarnos al miedo es la única opción. ¿Cómo?
Apagar el televisor no es una mala opción. La televisión es la mayor fuente de terror que existe. Cuando apagas la televisión, dejan de existir la yihad islámica, el calentamiento global, y dejas de creer que si no toman Actimel, tus niños morirán. Se te olvida que te vendría bien un cambio radical de pómulos y papada, caes en la cuenta de que has sido engañado, que odias la soja, y que tu abuela no la ha probado en su vida y ha llegado a los 95 años, y encima, sigue haciendo unas croquetas deliciosas.
El efecto de estar en ayunas de televisión, se nota a las pocas semanas. Te das cuenta, de lo zombificado que estabas, y empiezas a tomar pequeñas decisiones por ti mismo. Lo siguiente es que dejas de estar informado sobre cosas supuestamente importantes, como la política. Ante un supuesto país democrático no estaría mal que, ya que vamos a ir a votar, nos preocupáramos de encontrar la información de primera mano, y no dejarnos influir por los sistemas mediáticos masivos, corruptos hasta la médula. Acudir a un meeting, ¿suena muy loco?, algún día tendré que probarlo…
Pero sobre todo, contra el miedo hay que vacunarse. Y para vacunarse no hay nada mejor que la cultura. Sí, eso a lo que hay tan poco dinero destinado por los gobiernos. La información sobre algo que nos asusta es, lo dice alguien que ha estudiado un poco de Psicología, el principal método para paliar ese miedo que nos provoca, eso y enfrentarnos poco a poco a lo que nos asusta, o de golpe si hay cojones.
Y ya que estamos, enfrentémonos al caso que más de moda se ha puesto para asustarnos. El calentamiento global. En los próximos años, lo más probable es que terminen obligándonos a hacer cosas que no queremos empleando como excusa este cambio climático. En realidad, en apariencia me parece la más noble de todas las causas que nos han llevado a hacer monstruosidades, si lo comparamos con eugenesia, Religión, terrorismo, colonización… pero yo os lo advierto desde ya; van a volver a utilizarnos, y total… si lo hubieran intentado hace 50 años, tendría sentido. Ahora ya es tarde. Muy tarde. No, olvidadlo, no tratéis de ver esperanza, el cambio climático va ocurrir, ha ocurrido ya de hecho, y es irrefrenable. Albergar una esperanza es dar paso al miedo, y con miedo nos utilizarán como quieran. Hay que enfrentarlo. Pensad mejor en las acciones que pueden ayudarnos a adaptarnos al cambio, más que en las que traten de evitarlo, pues son más bien un timo, desconfiad de estos. Igual que el anciano acepta su destino de muerte, va siendo hora de que la humanidad acepte que posiblemente ya sea anciana, y que lo más probable es que acabe pronto. Y el qué o quién haya sido el causante poco importa ya. Quién sea inocente que tire la primera piedra.
- ¿Follar mucho?
Hemos vivido una era muy complicada. Diecinueve tiene planes. Planes que van dirigidos a los próximos, digamos… 19.000 años. Estamos cansados. Cansados del gran mal que hemos vivido en los últimos años, ese mal llamado miedo. Miedo al Apocalipsis, miedo a las epidemias, miedo a la bomba atómica, miedo al calentamiento global, miedo al terrorismo y a las armas de destrucción masiva. Miedo al lobo feroz. Basta. El miedo es el arma más poderosa que ha existido jamás. Ha sido lo que ha servido para que unos pocos puedan dominar a la gran mayoría.
Verdaderamente, hay poco que se pueda hacer, lo único que 19 puede hacer, es haceros ver quién es el verdadero enemigo. Lo que viene a continuación es tan obvio que todos lo sabemos, y sin embargo nunca hemos sido consecuentes: Lo peor que nos puede pasar es morir, pero todos morimos antes o después. No hay que temer, pues a la larga, vivir con temor es mucho peor que morir jóvenes. Ha sido el miedo el que nos ha llevado a situaciones terribles: “guerras preventivas”, “seguridad antiterrorista”… El miedo ha sido el que provoca el desequilibrio, nuestra ambición, nuestra obsesión de acumular bienes “por lo que pueda ocurrir”. El miedo actúa como un virus. Se cuela en tu organismo, germina, y todos tus actos van determinados por tratar de conciliarlo, es un demonio que te posee, y te lleva a hacer cosas de las que nunca te creerías capaz. El miedo es sin duda, el factor común en todo trastorno psicológico. El miedo termina autodestruyéndonos. Ante un enemigo tan poderoso como el miedo, no cabe asustarse, obvio, enfrentarnos al miedo es la única opción. ¿Cómo?
Apagar el televisor no es una mala opción. La televisión es la mayor fuente de terror que existe. Cuando apagas la televisión, dejan de existir la yihad islámica, el calentamiento global, y dejas de creer que si no toman Actimel, tus niños morirán. Se te olvida que te vendría bien un cambio radical de pómulos y papada, caes en la cuenta de que has sido engañado, que odias la soja, y que tu abuela no la ha probado en su vida y ha llegado a los 95 años, y encima, sigue haciendo unas croquetas deliciosas.
El efecto de estar en ayunas de televisión, se nota a las pocas semanas. Te das cuenta, de lo zombificado que estabas, y empiezas a tomar pequeñas decisiones por ti mismo. Lo siguiente es que dejas de estar informado sobre cosas supuestamente importantes, como la política. Ante un supuesto país democrático no estaría mal que, ya que vamos a ir a votar, nos preocupáramos de encontrar la información de primera mano, y no dejarnos influir por los sistemas mediáticos masivos, corruptos hasta la médula. Acudir a un meeting, ¿suena muy loco?, algún día tendré que probarlo…
Pero sobre todo, contra el miedo hay que vacunarse. Y para vacunarse no hay nada mejor que la cultura. Sí, eso a lo que hay tan poco dinero destinado por los gobiernos. La información sobre algo que nos asusta es, lo dice alguien que ha estudiado un poco de Psicología, el principal método para paliar ese miedo que nos provoca, eso y enfrentarnos poco a poco a lo que nos asusta, o de golpe si hay cojones.
Y ya que estamos, enfrentémonos al caso que más de moda se ha puesto para asustarnos. El calentamiento global. En los próximos años, lo más probable es que terminen obligándonos a hacer cosas que no queremos empleando como excusa este cambio climático. En realidad, en apariencia me parece la más noble de todas las causas que nos han llevado a hacer monstruosidades, si lo comparamos con eugenesia, Religión, terrorismo, colonización… pero yo os lo advierto desde ya; van a volver a utilizarnos, y total… si lo hubieran intentado hace 50 años, tendría sentido. Ahora ya es tarde. Muy tarde. No, olvidadlo, no tratéis de ver esperanza, el cambio climático va ocurrir, ha ocurrido ya de hecho, y es irrefrenable. Albergar una esperanza es dar paso al miedo, y con miedo nos utilizarán como quieran. Hay que enfrentarlo. Pensad mejor en las acciones que pueden ayudarnos a adaptarnos al cambio, más que en las que traten de evitarlo, pues son más bien un timo, desconfiad de estos. Igual que el anciano acepta su destino de muerte, va siendo hora de que la humanidad acepte que posiblemente ya sea anciana, y que lo más probable es que acabe pronto. Y el qué o quién haya sido el causante poco importa ya. Quién sea inocente que tire la primera piedra.
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5 comentarios:
dioooxxxxxxxxxxxxx, como poco existen 19 razones para que esto que voy a mostraros termine formando parte de vuestro subconsciente colectivo de gambiteros máximos;
http://www.youtube.com/watch?v=f5Pjo0WjBcs&mode=related&search=
Viva bollywood!!!!!!!!!!
cha!!!, joss!!! teneis que aprenderos la coreografía de la versión de Thriller....
http://www.youtube.com/watch?v=LbvP7dT3Dx0&mode=related&search=
Caaar cuéntate arrrgo !!!
Llámame a las ocho y media como viene siendo habitual que si no no hay DIos que me despierte....
Cortis bajan cara chica Brie.
No te empaches....
Estos videos si que son lascivia decadente!
Es cierto que nuestra sociedad esta demasiodo influida por la tele. Y con respecto a la muerte... sino existiera un final, quiza nada tendria sentido. Otro dia te lo explicare con mas detalle.
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