19 en el Aleph de Borges

"Una copita del seudo coñac - ordenó - y te zampuzarás en el sótano. Ya sabes, el decúbito dorsal es indispensable. También lo son la oscuridad, la inmovilidad, cierta acomodación ocular. Te acuestas en el piso de la baldosas y fijas los ojos en el decimonono escalón de la pertinente escalera. Me voy, bajo la trampa y te quedas solo. Algún roedor te mete miedo ¡fácil empresa! A los pocos minutos ves el Aleph. ¡El microcosmo de alquimistas y cabalistas, nuestro concreto amigo proverbial, el multum in parvo!

Repantiga en el suelo ese corpachón y cuenta diecinueve escalones.

¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Cada cosa era infinitas cosas, porque yo claramente las veía desde todos los puntos del universo"


Artículo 19
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

* Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.



Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y la expansión denuncia la obra de sus manos.

Biblia, Libro 19 (Salmos), 19:1

viernes, 21 de noviembre de 2008

Euforia c.5

5. Paula.


Yo tenía que aparentar por mi coño que todo estaba bien.


Miro hacia el cielo, freno de golpe, pongo cara de Forrest Gump por un instante y paladeo la palabra salamandra. Salamandra, salamandra...sin averiguar aún cómo se pronuncia, maldiciendo las palabras parecidas que definen a otros animales parecidos y que me estorban para descubrir su caligrafía. Serpiente y camaleón una y otra vez. Me empiezo a cansar.


Camino con lentitud esta vez y sin follarme ninguna emoción. Quiero volver a casa. Ya ha sido bastante por hoy, pero vivo al lado de la estación de trenes y alguien que vive al lado de la estación de trenes no puede resistirse de ninguna manera a darse una vuelta por sus andenes de vez en cuando. Es de locos no aprovechar ese privilegio; poder ir a la estación de trenes y no tener que soltar una puta despedida ni un jodido "¿qué tal el viaje?"  Así que decido acabar esa demostración estúpida de que sé bordear los eccemas y me meto en la estación y allí...


No preguntéis nada yo tampoco sé como una imagen es capaz de abofetearte más que el frío.


Quiero hablar de ti.


Quiero hablar de ti porque no te conozco y eso constituye en sí mismo una desgracia para mis recuerdos. Aún no nos hemos cruzado ni una mirada y seguramente saldrás de aquí sin percatarte de que existo. Yo hoy quiero hablar de ti porque alguien debe hacerlo, y si no soy yo seguiré pensando en los insectos.  Es imposible superarte. Aún no he visto tu cara y ya quiero dejarla macerar. No me importa, es tu forma de agarrar las cosas lo que me peina las miradas. Porque es algo sobrenatural la forma de mover tus manos. Siete mil manos puestas en fila se avergonzarían de las tuyas, y no tendrían más remedio que mirarte y respetarte, dejando mostrar algo de envidia. Tu manera de agarrar las cosas es como los gemelos de los kamikazes; están extrañamente seguros de que todo va a salir mal. Tus dedos tocan las cosas que te rodean con un ímpetu demasiado barbitúrico y pretencioso, pero dejando al mismo tiempo escapar un test de confortabilidad. Tú eres un concepto nuevo que presiona a los ingenieros para que inventen nuevos tactos al unísono, y tu manera de agarrar las cosas única-ultrasónica-kamikaze es al mismo tiempo una excusa para envolver cada partícula en la seguridad de un pañal de adultos. Mayor seguridad que la caja fuerte que contiene el botón rojo, me atraes como un palíndromo. Tiene que haber alguna foto tuya en el espacio.


Mírame por favor, mírame, sólo quiero contar con el beneplácito de observar lo que haces con tus manos eternamente. Cómo jugueteas con tu pelo, cómo ensalzas el aire a la categoría de vanidad. Has conseguido que ahora sólo quiera reescribir "Guerra y Paz" pero hablando sólo de tus manos, de la dulzura que desprenden y que derrite el merengue que erosiona las cucharas. Podría volverme loca o llenarme de dulzura hablando de tus manos. Ya tengo ocupación para los próximos mil años.


Dime que no tienes tiempo para despedidas. Quiero jugar a los dardos con tus dedos.


12 comentarios:

Anónimo dijo...
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chá dijo...
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Anónimo dijo...
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yosoyjoss dijo...

ay, que cansina cha, que hay que cerrar la boquita...

Cha, sin duda eres una experta en euforia, deberían nombrarte honoris causa en la categoría "euforia", por cierto:

ETIMOLOGÍA

EUFORIA 'sensación de bienestar', siglo XX, propiamente 'capacidad de soportar el dolor'. Tomado del griego euphoría ídem, derivado de éuphoros 'robusto, vigoroso' (y éste de phéro 'yo soporto').
DERIV. Eufórico.

Foch dijo...

... oye! que no he sido yo, en fin, el viernes a esas horas de la mañana tengo clase y por la tarde estaba por ahí... Nunca escribo en anónimo, eso es de cobardes!!

Laia me ha dejado con una sensación de familiaridad aplastante por dentro y este con unas ganas locas de irme a las vias del tren, aunque no estoy muy segura de para qué... sigue escribiendo ;)

Foch dijo...

ammm... joss!!

El término euforia puede referir a:

* Euforia (del griego εὐφορία), la capacidad para soportar el dolor, o la sensación de bienestar asociada a un gran optimismo.

También a:

* Euforia: el primer disco grabado en vivo por el músico Fito Paez en 1996.
* Euforia: nombre del álbum grabado por el grupo portugués Madredeus.
* Euforia, o EUFORIA: banda argentina autora del álbum discográfico Inconsciente.
* Euforia, parte 2: el vigésimo primer episodio de la serie norteamericana House.
* Euforia: Sección del periódico Diario del Istmo - Se publica los jueves.


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A eso último no nos referimos no?? Sobre todo por lo de House... que exotismo

chá dijo...
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yosoyjoss dijo...

bah nena, ni caso, con la delicia de texto que nos has escrito, este, y el de Laia. Genial el uso del ritmo en este último, como de repente hay un subidón eufórico, similar a un chute!! yujuuuuuu!!

chá dijo...

Seguro? la verdad es que andaba algo atascada..no sñe muy bien por donde seguir ni si seguir orqu tengo demasiadas ideas y poca organización...arg!!

Pero vamos, me alegro que te haya gustado.sabes que eres mi esposo y lo hago por ti....

yosoyjoss dijo...

yo creo que en este caso no es tan tan importante lo que dices, lo interesante es cómo lo dices, la oscilación entre euforia y disforia en el ritmo, que es a grandes rasgos de lo que versa la historia... sigue explicando el drama emocional de tu protagonista, no hace falta trama, la trama está en el proceso emocional. Sería una novela que no se lee con los ojos, se leería a ritmo de latidos del corazón, un concepto nuevo que haría enrojecer de envidia a Cela... Alé, tira, Wolfita mía!

elfa dijo...

Si es que hay manos que hacen magia y arte y sus dueños ni si quiera se dan cuenta... Qué gusto leer algo tan familiar, explicado como tú sólo podrías hacerlo Chá..

Argax dijo...

Talmente de acuerdo con Joss, no te preocupes mucho por lo que cuentas, la historia muchas veces nace por caminos accesorios una vez que has comenzado a contarla.

Tu sigue.