Libros Raros.

Estoy en la biblioteca rebuscando libros raros. Se esconden y al final encuentras alguno. Así descubrí una afición que, desde hace tiempo y, aunque no tenga mucho de especial, hago: pienso en un número, cojo el libro que corresponda a ese número, selecciono una página sin mirar, escojo izquierda o derecha y leo.
 
Y así voy enlazando libros unos con otros en frases aparentemente carentes de sentido entre ellas, pero que a mí, siempre me acaban diciendo algo.
 
Algo mío, sólo escrito para mí, algo que me dice justo lo que necesito oír.
 
Y me voy a mi casa con otro color.
 
De vez en cuando me gusta hacer eso. Parar del ritmo frenético del día, entrar en la biblioteca, combinar frases y largarme. Crisis Pausa Continuidad. Así de simple.
 
Empiezo a trabajar en el laboratorio de nuevo. Eso significa que durante los próximos meses oleré casi continuamente a químicos varios, y tendré toda la ropa llena de manchas que no se encuentran entre las mil y una manchas que quita…¿Ariel?
 
¿Ariel aún existe?
 
Bien. Lo de revelar fotos también es un proceso en el que enlazas y enlazas hasta que cosas sin sentido acaban siendo tuyas. Revelar, agua de paro, fijar y más agua. Con cálculo preciso que yo...yo hago a ojo…
 
La sensación de ver en la cubeta la imagen que has creado es algo así como poner un huevo…pero más romántico, quieras que no.
 
La sensación de que ni tú misma puedes robarte eso es una forma más de pequeñas libertades cotidianas que acaban conviertiéndote a ti también en un libro raro.
 
Y ahora, me gusta pensar que este espacio es un lugar donde todos somos libros raros y con frases de cada uno podemos construir algo nuestro, algo que nos dice, justo, lo que necesitamos oír.


Publicado originariamente en "Pensando en 3d"