Crónica alienada

Siento aquella carta diciendo que volvería. No necesito volver porque estoy aquí.
Cuando las palabras fluyen sinceras, y el alma se deja caer, qué quieres que te diga, no todo es lo que parece, y no todo lo que parece es palpable. No todo lo que reluce es oro, y platano-es.

La brisa marina que sube que baja del fondo del mar…
Izad las velas, quiero aprovechar el poco aliento que me queda para llegar lejos, lo más lejos posible, y el último suspiro será el que me haga regresar.

Y es que había una vez, un barquito chiquitito, que no sabía navegar, pasó el tiempo, y el tiempo es el que pone las cosas en su sitio, como el barquito no se decidía, su reloj decidió por él, y Fortuna dijo que ya estaba bien, que ya era hora de ponerse en marcha, son cosas irremediables.
Y como el viento nunca sopla a favor de aquellos que no saben hacia donde van, estos agarran al viento de los pelos, cabalgando, y, hombre, pues ya tenemos cierta edad para aguantar chantajes emo-cionales, para andar asfaltando los caminos de los demás.
Cada uno que se coma sus piedras y que riegue sus plantas, que es muy chulo querer ser el centro del mundo al mismo tiempo que comentas cuánto odias al mismo...

Los hay que quisieran ser tan altos como la luna. En mi caso, quiero ser pequeña, cobijarme bajo la sombra de aquella amapola. ¿Por qué es siempre la rosa, la más hermosa? Se marchitará como todas, perderá el color y gritará, gritará para que le hagas caso, porque está acostumbrada a que le den todos los cuidados. A que le digan todo aquello que quiere escuchar, nunca buscó nada de lo que tuvo.
Yo encontré, tras una larga búsqueda, aquella civilización perdida debajo de la piedra que había al lado de mi amapola que había en aquel parque que había en aquella ciudad que se encontraba en aquel planeta cercano al asteroide B-612. Oye, y me siento súper orgullosa, aunque nadie más conozca su existencia.
Otra cosa buena del lugar que encontré es que, cuando crees que me ves junto a la pared, hago ¡Chas! Y aparezco a tu lado. Qué más hace falta!! Con hacer ¡CHAS! Solución hallada! Y tú complicándote la vida, si es que no te enteras de nada.

Tengo que contar dos noticias, una buena y una mala. La mala es que las noticias buenas no suelen tener desenlace, y la buena es que las noticias malas al fin y al cabo, sólo son noticias.
Pero lo mejor de todo es compartir con vosotros,
las cosas de mi civilización,
otra matriculación,
el Nada del Limón,
el hielo del ron,
las cosas del montón…
Cortar plátanos en rodajas sin pelarlos, con hilo dental, a lo ninja…


No sale Xena Kentucky Fried Chicken, pero es una foto de feria.