19 en el Aleph de Borges

"Una copita del seudo coñac - ordenó - y te zampuzarás en el sótano. Ya sabes, el decúbito dorsal es indispensable. También lo son la oscuridad, la inmovilidad, cierta acomodación ocular. Te acuestas en el piso de la baldosas y fijas los ojos en el decimonono escalón de la pertinente escalera. Me voy, bajo la trampa y te quedas solo. Algún roedor te mete miedo ¡fácil empresa! A los pocos minutos ves el Aleph. ¡El microcosmo de alquimistas y cabalistas, nuestro concreto amigo proverbial, el multum in parvo!

Repantiga en el suelo ese corpachón y cuenta diecinueve escalones.

¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Cada cosa era infinitas cosas, porque yo claramente las veía desde todos los puntos del universo"


Artículo 19
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

* Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.



Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y la expansión denuncia la obra de sus manos.

Biblia, Libro 19 (Salmos), 19:1

lunes, 11 de agosto de 2008

Brote de los gordos, Leopoldo y yo


Estaba yo viendo alegremente (cuando son las 4:50 a.m.) "El Desencanto", una película documental sobre la familia Panero. Leopoldo Panero, poeta del franquismo por excelencia, tuvo 3 hijos: Leopoldo María, Juan Luis y "Michi" Panero. Los 3 grandes intelectuales, los 3 están fatal de la cabeza, los tres le salieron más bien políticamente ambiguos cuando no abiertamente comunistas, o simplemente rompedores con los ideales del franquismo... El caso es que mientras estaba viendo la película, caí en la cuenta que Leopoldo María, el de la foto... se parece un huevo a mí, especialmente cuando me dejé el pelo largo. Tiene mis mismos ojos, cuando los mueve me reconozco en ellos, la misma boca, y la nariz es grande y desde ciertos puntos de vista se asemeja muchísimo... Total que me estaba viendo en el documental diciendo cosas profundísimas y poéticas, y me estaba dando grima.

A Leopoldo María le pillaron tomando grifa (especie de Marihuana) y la verdad es que no le debió sentar muy bien porque terminó ingresando en un sanatorio. Fue una experiencia terrible. Al contrario, cuando estuvo en la cárcel le fue muy bien. Para él, la cárcel fue el lugar idóneo para destruir el "yo", una obsesión que marcaría toda su trayectoria poética. Bueno... también le fue bien porque es homosexual, si bien tardó muchos años en admitirlo, lo cual fue bastante dañino para su psique...

Corría el año 2007, no recuerdo bien por qué fechas, pero aún estaba yo convaleciente y sufriente por una Navidad que casi me destruye mentalmente, pero que al contrario me hizo más fuerte, y me hizo resurgir, y decidimos mi bienamada Cha y yo ir a la biblioteca a ver si encontrábamos algún poeta que nos sirviera para inspirarnos. No pude por menos de cojer un pequeño libro, las razones: 1. porque era un poeta actual y español, 2. porque el libro era cortito, 3. porque el título molaba: "Esquizofrénicas o la balada de la lámpara azul". Ideal.

Yo no sabía nada de su autor. El libro más que gustarme me horrorizó, llegué a pensar que el autor debía ser un aficionado ("al pobre loco le han dejado los médicos un boli para que se desahogue"), porque su poesía no me parecía nada buena. Sus "¡Oh, nosequé!" "¡Ah, nosecuánto!", me parecieron un horror. En su literatura hablaba de ángeles caídos, demonios y monstruos que aunque busqué información no los encontré por ningún lado (sólo algunos, como Beherito que es el único que recuerdo) y pensé que eran los delirios de un loco (bueno, y efectivamente lo son). Y sobre la temática del incesto, y de la coprofilia, y la necrofilia... puaagg, obviamente, no estaba yo en esos momentos como para tener que enfrentarme a literatura semejante, joder, estaba en un proceso de desarrollo psicosexual pleno, ya me había enfrentado suficiente a mis monstruos, como para que alguien se pusiera a recordármelos.

Bueno, pues al cabo de los años, y por casualidad me encuentro con la figura de Leopoldo María, mi doble en muchas cositas importantes, y descubro que es el atormentado autor de "Esquizofrénicas, o la balada de la lámpara azul"... Un tipo que... ufff, y esto lo digo recorriendome el sudor por la espalda (es que hace calor, leches): un tipo que bien podría ser yo.

Un tipo que en El Desencanto dice cosas como: "el esquizofrénico carece de Edipo... y no sé, a mí en todo caso lo que me gustaría es acostarme con mi pad... con mi madre, que es la negación del Edipo, porque el Edipo es una represión de lo que yo justamente tengo plenamente consciente y deseante".

(gracias adiós, me suda la polla el psicoanálisis)

... yo dentro de unos años?:

3 comentarios:

elfa dijo...

ESto... te dejo este comentario por dejar algo pero ya hablaremos largo y tendido sobre el tema... hijo mio...

Foch dijo...

Creo q vi un video de ese tio (Leopoldo María) en el CCC de Barcelona... nos reimos un rato por que la madre a su vez era cosa fina, algún parecido también??...

chá dijo...

Sí, Foch, es lo que estuvimos viendo en el cccb...

Sublime no digo más...

Joss, marry me!