19 en el Aleph de Borges

"Una copita del seudo coñac - ordenó - y te zampuzarás en el sótano. Ya sabes, el decúbito dorsal es indispensable. También lo son la oscuridad, la inmovilidad, cierta acomodación ocular. Te acuestas en el piso de la baldosas y fijas los ojos en el decimonono escalón de la pertinente escalera. Me voy, bajo la trampa y te quedas solo. Algún roedor te mete miedo ¡fácil empresa! A los pocos minutos ves el Aleph. ¡El microcosmo de alquimistas y cabalistas, nuestro concreto amigo proverbial, el multum in parvo!

Repantiga en el suelo ese corpachón y cuenta diecinueve escalones.

¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Cada cosa era infinitas cosas, porque yo claramente las veía desde todos los puntos del universo"


Artículo 19
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

* Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.



Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y la expansión denuncia la obra de sus manos.

Biblia, Libro 19 (Salmos), 19:1

lunes, 30 de junio de 2008

Ya me cansé


Ya nos cansamos. Del exotismo. Del esoterismo. De ser el punto de evasión, el punto para escapar.

De tener la culpa de todo sin tenerla. De los cobardes. Del punto de abrasión. Del tiempo de cocción. De la evolución y de la ebullición.

De creernos las verdades a medias. De luchar. Del pasado que no se va. De no ser nada por lo que luchar.

Algunos, estamos hartos de nosotros mismos.

Otros, de la última calada

del final.

4 comentarios:

chá dijo...

bueno..iba fumada...

gi dijo...

Fumada y sudada.
Me encantan tus brillos en frente/nariz/barbilla. Muy tórridodecadente.

yosoyjoss dijo...

cansados de creer en el amor, pero que el amor no crea en nosotros.

chá dijo...

Sudada sí,pero es que si os cuento lo que estaba haciendo justo antes...

He aceptado que, para qué negar que Verlain y yo éramos familia, al paso que va mi decadencia. pero eso sí, me confiere una elegancia...

Joss...será eso, que el amor no cree en nosotros. Y nosotros? nosotros creemos en nosotros? proque a veces creo que somo s pobres ilusos idealistas y que nos meten la pija por todos lados.

En fin, chicos, esto es un no parar. Creo que nos tienen envidia. En algún lugar, en algún país...del extrarradio interestelar...

Un beso